lunes, octubre 04, 2004

Sobre artes marciales

El otro día, P.M., que ha practicado durante varios años en el Instituto del Teatro la esgrima y sus diferentes modalidades, me comentó una imagen que me parece la síntesis poética de diferentes disciplinas.

Me explicó que practicaba una especialidad de esgrima consistente en la lucha con sable y daga y que después de escenificar duelos con la misma pareja, tras unos cuantos meses de entreno, sabían reproducir los mismos movimientos con los ojos tapados.

Imaginarse en el interior de una de las caretas de los duelistas, sin ver absolutamente nada: estar sometido al vaivén o a la marea de un movimiento periódico que sigue una coreografía establecida, aprendida de memoria, oir el entrechocar rítmico de las armas blancas que siguen una cadencia determinada: quizás una fusión de danza, artes marciales, y, si se me apura, un ejercicio de interpretación percusionista entre las sombras contra alguien que sabe y predice tus movimientos. Entre sombras, contra tu sombra. O tu doble.

jueves, septiembre 16, 2004

miércoles, septiembre 15, 2004

Voces de Buenos Aires

Auscultando el paisaje sonoro bonaerense (el sonido es una onda tridimensional que nunca acaba de extinguirse) registré las siguientes palabras:

Mi Buenos Aires querido,
Y al llegar a la Plaza de Mayo me dio por llorar,
cuando yo te vuelva a ver,
y me puse a gritar dónde estás
no habrá más penas ni olvido .
Y entre citas de Borges, Evita bailaba con Freud.

Aunque estuve en algunas ciudades,
nunca salí de Buenos Aires.

martes, septiembre 07, 2004

<< >>

Después de asistir al Congreso de Literatura Comparada celebrado en Rosario, una delegación de catalanes optó por la siguiente e inamovible postura de fuerza: dada la francofilia de los argentinos y la locuacidad vana que gastan (con honrísimas excepciones, como la del propio Maradona en el campo de juego) optaron por representar las comillas convencionales que marcan el inicio o el final de una cita o la inclusión de un vocablo pertenciente a otro registro, en vez de mediante el movimiento simultáneo de los dedos índices y corazón de arriba para abajo (las comillas inglesas '' ''), abogaron por el entrecomillado francés, mejor adaptado a las tierras y más gráfico aún, que sitúa los dedos índice y corazón en forma de V girada 90 grados y los desplaza en movimiento cuasi-espamódico dos veces: << >> .

Tal es la seña de identificación de la delegación.

lunes, septiembre 06, 2004

Ian, caminando el sentido literal de una metáfora.

He pasado los últimos cuatro días caminando con Ian Reeves: un loco norteamericano, nada norteamericano y, quizás, demasiado cuerdo.
Este amigo se propone cruzar caminando América, de Sur a Norte, una hazaña que se puede ir siguiendo en http://www.ianwalk.com .

Hacer de la vida un viaje- a veces dice en su maleable español de múltiples acentos, últimamente argentinizado. Y es que la metáfora, aún siendo antiquisíma o precisamente por serlo, es aún una de las mejores redes de sentido para aproximarnos a esa abstracción y/o conceptualización que es la vida. Impresiona el hecho de que alguien sea capaz de sacrificar sus posibilidades materiales hasta llegar a sufrir físicamente en aras de una única convicción: viajar a pie es una forma individual e individualizante de vivirla lo más intensamente posible (el viaje me define-, repite).


martes, agosto 31, 2004

El Salar de Uyuni

El Salar de Uyuni, situado al suroeste boliviano, a 3700 m de altura, se formó por la evaporación del mar que ocupaba la casi totalidad del altiplano boliviano y es ahora una reserva a explotar de diferentes minerales comprendiendo una superficie de unos 12,000 kilómetros cuadrados.

http://www.bolivianet.com/cultura/salar.htm

El paisaje se construye en la mirada de quien observa.

El paisaje aquí es, sobre todo, trampantojo, fatta morgana, es el reflejo del paisaje en la propia pupila. Es engaño, espejismo. Es sobre todo especulación de quien mira y somete a juicio el objeto de su mirada.

Mar evaporado que parece mar, reflexión de las montañas en la falsa agua, inventadas islas, olas simuladas.

Puro espejismo.

lunes, agosto 30, 2004

Potosí o los "grindios"

Potosí, Bolivia, fiestas de San Bartolomé.

El desfile-carnaval-danza (su posible significado oscilaría, quizás, entre estas tres palabras) de esta ciudad cuya plata enriqueció las arcas españolas desde el siglo XVI y amortiguó la decadencia del Imperio durante más de dos siglos, construye un ambiente enfebrecido de colores, movimiento y música que lo convierten, bajo la pupila occidental, acostumbrada a las imágenes vacacionales de nuestros balompédicos astros brasileños, en una versión andina de carnavales como los de Río de Janeiro.
Gracias a un amigo, Ian, pude participar del evento, desfilando dentro de un grupo cuyo acrónimo revelador, aunque forzado, es I.N.C.A (Instituto Nacional de CApacitación). Desde mi posición evidente de turista, intenté con voluntarioso desatino seguir el ritmo que tejían los charangos. El público del desfile, en un papel actuante y contemplativo a la vez, se sorprendía de que una serie de gringos, disfrazados de indígenas, intentaran seguir el zapateado tradicional que remansaba la marcha del desfile.
A parte de suponer un considerable esfuerzo físico para los foráneos (intentar bailar durante mas de 6 horas a más de 4000 m de altura), me planteo si tal acto fue una intrusión poco delicada en un territorio ajeno, o si las risas y los ánimos transmitidos por el público tendían un puente, es decir, cierto acercamiento.

martes, julio 27, 2004

Primicia editorial: La noche del Oráculo de Paul Auster

El azar ha querido que en mis manos cayera el último libro de Paul Auster, La noche del oráculo, que en septiembre sale en Anagrama.

A continuación, algunas notas sobre el texto escritas a vuelapluma.

Auster ensambla el texto con el recurso conocido como la narración dentro de la narración, el juego de espejos o la caja de muñecas rusas, imprimiendo una sensación de mayor verosimilitud a la narración situada en primer plano (la vida del escritor que acaba de recuperarse de una enfermedad), respecto a las otras historias que se nos cuentan que quedan com más ficticias.

En las notas a pie de páginas se nos narra las historias personales que vinculan a los tres protagonistas de la novela. Al ser tan largas, en ocasiones ha de avanzarse la lectura retrocediendo un par de páginas en una especie de re-lectura que amplía (varía) el significado de las anteriores palabras.

El libro que escribe el personaje escritor se le queda parado en la escena culminante. Es una lástima que el escritor no haya querido (podido?) continuar tan interesante historia.

Otro de los temas del libro (y de Auster) es la dialéctica destino-azar. El protagonista de la novela ficticia huye del destino con el procedimiento de vivir de forma que las circunstancias decidan por él, es decir, que las leyes del azar gobiernen su vida llegando a la paradoja chestertoniana, de intentar evitar la ley (del destino) para acabar cayendo en otra ley (del azar).

lunes, julio 19, 2004

Sobre la escritura y la lectura II

El texto (de texere=tejer) como tejido. 
 
Perpétrese la siguiente simplificación, sin duda, excesiva: sea la escritura movimiento que pueda discurrir según dos vías: la analogía y el relato.
 
Si la poesía crea una red de significaciones mediante la connexión, la relación nueva, recóndita, simbólica, ya sea mediante el ritmo del verso (véanse los estudios de O. Paz en torno al pensamiento análogico y la música del poema) o la asociación de la metáfora, el relato crea, también, otro tipo de tejido al atar-integrar diferentes unidades, acontecimientos, momentos, casi diferenciales, si se quiere, mediante las relaciones (temporales, causales, etc...) que el narrador impone.
 
Luego, puede verse la tarea del lector como la de deshacer, decodificar, sin más dogma que el que ponga su imaginación, la trama que constituye el texto, a partir de las relaciones nuevas (o coincidentes con las del autor)  que el mismo lector va creando a medida que recorre el texto.  

Por lo tanto, en fórmula ya cristalizada en el museo de los topoi, cada lectura es una reescritura en tanto que desteje tejiendo lo tejido. 

martes, julio 13, 2004

Sobre la escritura y la lectura I

La escritura y la lectura, dos caras de un mismo acto: la interacción con la letra.
 
Ponerse a escribir, como explica Bloom, es establecer una lucha contra los textos ya leidos, dado que la escritura surge de la destrucción de las lecturas, del intento de olvidarlas (pero teniendo en cuenta que sin su colaboración el texto no existiría o, al menos, sería otro.), de perturbarlas, es decir imprimirles nuestra personal acentuación, al poner en nuestra boca la palabras de los otros.
 
Esta perspectiva sobre el acto de escritura trastoca, entre otros, el concepto de originalidad.
 
Palabras como  palimpsesto (Tablilla antigua en que se podía borrar lo escrito para volver a escribir), esto es, siempre se va reescribiendo el mismo libro, o intertextualidad, parecen ser los términos más adecuados para definir qué es la escritura en la posmodernidad.


viernes, junio 25, 2004

Imitatio barroca

No queda herida, tras esta lanza,
No deja huella este minucioso paso,
No tapa el silencio esta vana palabra,
No proyecta sombra este negro ocaso.

Celos, odio, remordimiento, duda,
¿voluta de humo en el aire disuelta?
¿o marca ardiente sobre la desnuda
e impresionable memoria tersa?


lunes, junio 21, 2004

Errabundia del logos

Vagar, errar
formas comunes
del caminar.

Vagar por laberinto sin centro:
laberinto de afuera,
dédalo de adentro.

Logos condenado por Proteo,
que, al errar blancos,
sangra por la herida
del tiempo.

Gotea memorias
caóticas, azarosas,
como huellas,
al abocetar
un retrato
sin rostro,
ni aliento.

miércoles, junio 16, 2004

La colilla

Sea un rascacielos casi infinito en forma de zigurat. Un hombre descubre una colilla en su terraza y la barre lanzándola bajo los barrotes de la baranda. La colilla cae en la terraza que está situada justo debajo. Un hombre la descubre y decide barrerla, cayendo la colilla en la terraza del vecino de abajo. Un hombre la descubre y decide barrerla, cayendo la colilla en la terraza del vecino justo de abajo.
La colilla va descendiendo, de esta manera, de terraza en terraza con los barridos del hombre.


martes, junio 15, 2004

Farruquito (y familia) en el Poliorama

A Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito.


Juan Fernández de Montoya,
afeminado torero,
elegancia de felino
reinventada gesto a gesto.

Suspendido en el aire,
se gusta durante años,
desafiando la gravedad,
esa creencia de payos.

Su homicidio de ayer
Repitió broncas y llantos,
voces de clavel y cuchillos
del Romancero gitano.

lunes, junio 07, 2004

El dolor de muelas de Napoleón

A continuación, algunas analogías que intentan abocetar el desafío que constituye la narración histórica.

¿Con quién debe entrar en empatía el historiador? ¿Con los vencedores con los vencidos o debe moverse en un plano alternativo?

Quizás, una imagen que puede servir para plantear algunas de las dificultades de la descripción o relato histórico es el de la manifestación. Un gran número de individuos desplazándose colectivamente sin gobernar el movimiento general, aunque sí con un pequeño espacio de libertad. El emblema de la manifestación, acordado entre las diferentes entidades que la convocan tiene la inevitable (e inherente) simplificación de la metonimia: intentar encontrar unas palabras que desde su parcialidad describan la totalidad. Por ello, el lema acordado sólo complace a una parte de los manifestantes.
Además, la velocidad de la manifestación provoca que las reflexiones de los propios manifestantes sobre el tema por el que se manifiestan se de en una posición dinámica, que va cambiando, ya que se hallan dentro de un grupo mayor que los arrastra, el flujo de la historia, si tal metáfora hidráulica no oculta más de lo que muestra.

O en otros términos: ¿Cómo hacer una Física Estadística de la historia? Es decir, ¿Cómo partir de los microestados compatibles con el sistema (llámense individuos) para así dar un salto a la variable macroscópica de la termodinámica (Temperatura, Volumen, Entropía, etc...)que de una descripción del sistema global?

Ya Tolstoi, en Guerra y Paz, se pregunta cómo describir la campaña napoleónica de Napoleón, desde el discurso historico positivista (la historia como una línea continua y homogénea cuyos puntos idénticos se hallan relacionados por las leyes de una causalidad), cómo integrar el casi infinito número de causas, asociadas a cada una de las individualidades (soldados, por ejemplo) en el marco de un discurso histórico, general y colectivo que pretende presentar una serie de causas que expliquen un acontecimiento histórico.

Un dolor de muelas de Napoleón anularía la voluntad de escuadrones enteros.

miércoles, junio 02, 2004

En Rabós d'Empordà

Este fin de semana hemos estado con unos amigos del colegio en el pueblo de Rabos, colindante con el no menos fálico de Espolla. Una de las juegos que entretuvieron nuestras veladas fue el de adivinar películas mediante la representación por gestos (mímica). Una vez agotadas la paciencia y nuestros filones fílmicos, M.M., tipo hábil en la escritura sobre el aire, propuso una variación del mismo juego: representar escenas conocidas que tuvieran en común nuestro pasado escolar. El juego, planteado como simple antídoto contra el aburrimiento, cobró una dimensión insospechada. Nuestro pasado quedaba dibujado a grandes trazos impresionistas e invisibles recuperando anécdotas, caricaturas, gamberradas que nuestra pequeña comunidad mantenía viva en estas rememoraciones (y en otras que hemos ido haciendo con los años), rememoraciones que cada vez son diferentes, como las versiones que hacemos al explicar de nuevo el mismo cuento, añadiendo nuevos detalles, imaginarios algunos, implicando a personajes que a lo mejor no estuvieron realmente, acordándonos de recuerdos no por haberlos vivido sino por haberlos oído relatar alguna vez; momentos rescatados, sin las cuales, seguramente, seríamos otros.

martes, mayo 25, 2004

Pel P.R. (o de la sabiduría budista)

"I was thrown out of the college for cheating in the metaphysics exam. I looked into the soul of the boy sitting next to me"

Woody Allen

jueves, mayo 20, 2004

El enigma del tiempo

El tiempo ha sido desde siempre uno de los grandes enigmas que no se han podido desvelar, aprehender. Como máximo, se ha llegado a alguna suerte de argumento, a partir del cual, ha podido desplegarse uno contrario que refutara al anterior desembocando en la calle sin salida de la paradoja.

(...) La frase negación del tiempo es ambigua. Puede significar la eternidad de Platón o de Boecio y también los dilemas del Sexto Empírico. Éste (Adversus Matematicus, XI, 197) niega el pasado que ya fue, y el futuro que no es aún, y arguye que el presente es divisible o indivisible. No es indivisible, pues en tal caso no tendría principio que lo vinculara al pasado ni fin que lo vinculara al futuro, ni siquiera medio, porque no tiene medio lo que carece de principio y de fin; tampoco es divisible, pues en tal caso constaría de una parte que fue y de otra que no es. Ergo no existe, pero como tampoco existen el pasado y el porvenir, el tiempo no existe.

"Nueva refutación del tiempo". de J.L.Borges

Planteado desde este punto de vista, el tiempo es un gran ficción tácita cuyos estragos son incontestables.

Los argumentos sobre el tiempo suelen versar sobre su fragmentación (según Bergson, trasladada incorrectamente desde las ciencias), su inconmensurabilidad (sólo se puede medir lo que es espacio o el triple presente de San Agustín), su división (arbitraria, ilusoria, convencional) sin poder arañar nada de su "ser", dejando intacta su sustancia.

El poder de descripción de la física, por ejemplo, no va más allá que de la definción, lo más precisa posible, de qué es, por ejemplo, la unidad de tiempo.

"El segundo es la duración de 9 192 631 770 períodos de la radiación correspondiente a la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado base del átomo de cesio 133." (13ª Conferencia General de Pesas y Medidas, 1967)

Maneras de habitar el tiempo, de hacer humano el tiempo se cifrarían, según Ricouer, en la capacidad humana de narrar, esto es, de crear a partir de la dimensión lingüística del hombre una zona de inteligibilidad dentro de la oscura dimensión temporal.

lunes, mayo 17, 2004

Sobre numismática o de la circularidad del tiempo

El otro día, J.C. estuvo enseñándonos unas fotografías que acompañó con un ilustrativo relato sobre sus aventuras en tierras vietnamitas.
Tras sus explicaciones, nos pasó los billetes que actualmente circulan en la República Socialista del Vietnam (Estado soberano comunista). Cada uno de ellos, de diferente valor, contenía un dibujo.
Si la memoria no me falla, en orden creciente de valor, las ilustraciones eran las siguientes: unos trabajadores en el campo junto a un tractor, un puerto pesquero con unos barcos a vapor, unos leñadores talando y apilando árboles junto a un elefante, unas mujeres trabanjando en un telar mecanizado, una industria hidroeléctrica y, el último: unas embarcaciones tradicionales a vela navegando entre las montañas-islas-rocas típica del paisaje vietnamita.
A parte de la utilización de los billetes para publicitar la decencia de los trabajadores en un régimen comunista, puede establecerse un relato a partir de cada una de las imágenes, que pueden verse cada una como un fotograma de una película histórica, ya que, a mayor cuantía, más tarde se ha diseñado el billete.
El creciente grado de sofisticación técnica que ha ido transformando las relaciones entre el hombre y el trabajo podría dar cuenta de un orden lineal de la serie de imágenes, como si de un vector se tratara. Ahora bien, la última imagen configura la serie en un falso movimiento circular. Movimiento hacia el origen, aunque no cerrado (sería el de una hélice), donde el primitivo y primero estadio de relación del hombre con la naturaleza (sin ninguna mediación), se reinterpreta ahora en el último billete como un viaje al Vietnam mítico; quizás, como un reclamo turístico (=capitalista?).

miércoles, mayo 12, 2004

Jorge Semprún

Ayer por la tarde, en el paraninfo de la UB, unos cuantos tuvimos el privilegio de ver y escuchar a uno de los intelectuales vivos cuya trayectoria vital (estuvo cerca de dos años encerrado en el campo de concentración de Buchenwald por formar parte de la resistencia anti-nazi francesa; tras la liberación de las tropas aliadas, tomó las riendas del partido comunista clandestino español bajo el seudónimo de Federico Sánchez, hasta el 1964, cuando fue expulsado) inseparable de su trayectoria como escritor (ha escrito novelas como La escritura o la vida o El largo viaje)hacen de Jorge Semprún un gigante, un testimonio único por sus experiencias y lucidez, una figura inverosímil por su estatura moral e intelectual.
Su clara cabellera blanca era un punto de luz que irradiaba desde el fondo de la sala al tiempo que su voz se articulaba desde el fondo de la historia del pasado siglo.

«Los judíos de Polonia llegaban apiñados en vagones de mercancías, cerca de doscientos por vagón y habían viajado durante días y días sin comer ni beber, en el frío de este invierno que fue el más frío de aquella guerra. En la estación del campo, cuando se abrían las puertas corredizas, nada se movía, la mayoría de los judíos había muerto de pie, muertos de frío, muertos de hambre, y era preciso descargar los vagones como si hubiesen transportado leña, por ejemplo, y los cadáveres caían, rígidos, en el andén de la estación, donde los apilaban para llevarlos después, por camiones enteros, directamente al crematorio.»

De El largo viaje

martes, abril 27, 2004

La fuga como forma de ensayo.

Ensayar es pensar por escrito.

Pensar es dar forma a la forma: dejar que las palabras resuenen buscando nuevas palabras.

La tensión de la melodía principal se desliza en nuevas palabras, sigue viva en su cambio, se proyecta en nuevos planos, nuevas tradiciones, nuevas perspectivas.

El secreto del movimento: cambian en la permanencia, perduran en la mudanza.

Metamorfosis congelada en la mitad del camino.

Una sola es la tensión que en su resonancia alumbra nuevas ideas, nuevas conexiones, nuevas asociaciones.

Se despliega, puebla el blanco, se diversifica siempre en la misma estructura como los nervios de una hoja de árbol.

viernes, abril 23, 2004

N razones para visitar Lisboa

Ciudad que se concibe para ser vista, que se muestra desde sus siete miradores, que se piensa pluriperspectivamente como nos enseñó el Reis, el Caeiro, el Soares... de Pessoa (quien de hecho no es más que un heterónimo más), que se conoce como objeto de una mirada, la tuya, que se pierde por las calles de Alfama, que se escucha en los rasgueos de una guitarra, que se sabe abierta a un mar recatado, en esa curva que el Tejo traza, que se pone íntima como las plazas que ofrece, que debe ser visitada desde el tranvía 28 en el que meditaba Pereira incansablemente sobre la muerte...

viernes, abril 16, 2004

Arte urbano

Epigrama marcialano encontrado en la puerta de un WC público:

La información no es conocimiento.

(De la frase parte una flecha que acaba en una réplica de otro usuario) .

Gracias por la información.

miércoles, abril 07, 2004

Comprender: la asunción de lo otro.

¿Cómo se asume el discurso ajeno?

Integrarlo como propio, ponerlo en conexión con las redes disrcursivas de cada uno, deformarlo inevitablemente, malinterpretarlo forzosamente para darle un sentido, tu sentido.

Inherente proyección en lo nuevo, lo ajeno, lo extraño de todo lo que somos, arrastrarlo hacia nosotros, hacia nuestra historia, sociedad y tiempo, llevarlo a nuestra perspectiva, nuestro punto de vista que es otro diferente que el de antes del movimiento.

Crear nuevas conexiones, nuevas síntesis de los heterogéneo, nuevos relatos, órdenes, jerarquías...

Traducir lo extraño con las propias palabras. Re-semantizarlas al hacerlo tuyo. La palabra que traduce es traducida nuevamente en juego incesante.

La lucha por una objetividad que no puede dejar de ser subjetiva, tu objetividad, tu camino, movimiento... ¿la comprensión como un diálogo con uno mismo?.

<< No existe la verdad; sólo, el camino hacia ella.>>(Diarios, Tolstoi)

Lo extraño, lo diverso, lo que no es idéntico a uno. Te lo apropias, "lo haces tuyo", lo acentúas, te aproximas por una una zona de indeterminación creciente que acaba en el abismo del otro, ¿verdadero misterio insondable?.

Vivir en la zona de transición, en los anchos márgenes del límite.

lunes, abril 05, 2004

Sobre el realismo sucio

Algunos autores definen el realismo sucio como una tendencia en la literatura que tiende a incluir en sus páginas aquellos elementos de la realidad (por ende, de la sociedad) más sórdidos, (análoga al feismo tomando el nombre con el que se estudia la irrupción estética de Baudelaire) dejando de un lado cómo se representan esos nuevos motivos y argumentos.

Ahora bien, ¿existe realmente en los autores que caen dentro de esa categoría algún rasgo de género, alguna aportación formal significativa?

martes, marzo 30, 2004

Post Marcel Marceau.

Ya hace casi dos semanas de la actuación de Marcel Marceau en el teatro Victoria de Barcelona, cuando me han vuelto las imágenes y las sensaciones de aquellas dos horas. Sobre todo, el número, culminación de los anteriores, con el que se acababa la actuación. Se trata de una recuperación del motivo teatral clásico de la máscara (interpretado y rescatado constantemente desde siempre por diferentes tradiciones: del teatro chino al japonés, pasando por las tragedias griegas o la comedia dall'arte). Sólo mediante la mímica, Marceau iba poniéndose y quitándose diferentes máscaras con el único gesto de pasarse la mano por encima del rostro. Cada vez que pasaba la mano por encima de su cara, la expresión cambiaba congelándose en una nueva expresión de terror, alegría, indiferencia, sufrimiento etc... Los cambios iban sucediéndose a la vez que éste iba desplazándose intermitentemente por el escenario hasta el momento en que no puede sacarse la última máscara. Es entonces cuando Marceau propone un juego con el público desconcertante, ya que el público no recuerda su expresión inicial, no sabe si verdaderamente lleva la máscara puesta o si está intentando arrancarse la piel.
¿Es capaz de desprenderse la persona de su máscara?.¿ Es algo más que ella misma?. ¿Toda su identidad queda atada a ella? ¿Hay algo detrás de ella? ¿Podemos ser sin representarnos?¿Cómo representar lo irrepresentable? ¿Es esta la significación, la verdadera dialéctica teatral?

¿Una conjetura borgiana?




Leyendo El viaje a la semilla de A. C.: la dificultad o la imposibilidad de contar una historia hacia atrás, tratando el tiempo como si rebobináramos en una cinta de video. Al narrar, al relatar las acciones inevitablemente avanzan hacia delante. El tiempo, o mejor, la flecha del tiempo, está dentro de nuestro propio lenguaje interiorizado junto a la concepción del espacio. La espacialización del tiempo: al decir adelante ya implicamos, a parte de un desplazamiento en el espacio, un transcurrir del tiempo. Parece que sólo podría funcionar describir escenas estáticas, más que narrar acciones. Hay una imagen de gran belleza en este cuento al narrar hacia atrás cómo salen volando unas tejas que aprisionaban unas flores: en los canteros negros levantadas por el esfuerzo de las flores, las tejas juntaron sus fragmentos, alzando un sonoro torbellino levantándose (…). Seguro que Borges, entre otros, ya pensó en ello proponiéndolo como reto de escritura para un cuento de ciencia-ficción.