lunes, julio 19, 2004

Sobre la escritura y la lectura II

El texto (de texere=tejer) como tejido. 
 
Perpétrese la siguiente simplificación, sin duda, excesiva: sea la escritura movimiento que pueda discurrir según dos vías: la analogía y el relato.
 
Si la poesía crea una red de significaciones mediante la connexión, la relación nueva, recóndita, simbólica, ya sea mediante el ritmo del verso (véanse los estudios de O. Paz en torno al pensamiento análogico y la música del poema) o la asociación de la metáfora, el relato crea, también, otro tipo de tejido al atar-integrar diferentes unidades, acontecimientos, momentos, casi diferenciales, si se quiere, mediante las relaciones (temporales, causales, etc...) que el narrador impone.
 
Luego, puede verse la tarea del lector como la de deshacer, decodificar, sin más dogma que el que ponga su imaginación, la trama que constituye el texto, a partir de las relaciones nuevas (o coincidentes con las del autor)  que el mismo lector va creando a medida que recorre el texto.  

Por lo tanto, en fórmula ya cristalizada en el museo de los topoi, cada lectura es una reescritura en tanto que desteje tejiendo lo tejido.