martes, marzo 30, 2004

Post Marcel Marceau.

Ya hace casi dos semanas de la actuación de Marcel Marceau en el teatro Victoria de Barcelona, cuando me han vuelto las imágenes y las sensaciones de aquellas dos horas. Sobre todo, el número, culminación de los anteriores, con el que se acababa la actuación. Se trata de una recuperación del motivo teatral clásico de la máscara (interpretado y rescatado constantemente desde siempre por diferentes tradiciones: del teatro chino al japonés, pasando por las tragedias griegas o la comedia dall'arte). Sólo mediante la mímica, Marceau iba poniéndose y quitándose diferentes máscaras con el único gesto de pasarse la mano por encima del rostro. Cada vez que pasaba la mano por encima de su cara, la expresión cambiaba congelándose en una nueva expresión de terror, alegría, indiferencia, sufrimiento etc... Los cambios iban sucediéndose a la vez que éste iba desplazándose intermitentemente por el escenario hasta el momento en que no puede sacarse la última máscara. Es entonces cuando Marceau propone un juego con el público desconcertante, ya que el público no recuerda su expresión inicial, no sabe si verdaderamente lleva la máscara puesta o si está intentando arrancarse la piel.
¿Es capaz de desprenderse la persona de su máscara?.¿ Es algo más que ella misma?. ¿Toda su identidad queda atada a ella? ¿Hay algo detrás de ella? ¿Podemos ser sin representarnos?¿Cómo representar lo irrepresentable? ¿Es esta la significación, la verdadera dialéctica teatral?