sábado, junio 02, 2007

De espejos y ventanas

En ocasiones he pensado que nuestro fondo de escritorio -quizás también sea aplicable para el salvapantallas de algunos-, es una ventana donde perdemos la vista (mirada que vaga por un paisaje) y que puede conjeturarse como cifra secreta de algo que nos atañe o nos concierne. Sin una periodicidad determinada, lo cambiamos como si algo ya no estuviera en sintonía con la imagen escogida, percibiéndola como caduca o de la que simplemente nos hemos cansado, la cual sustituimos frecuentemente por razones desconocidas. También he observado la importancia de reordenarse el escritorio, clasificar los archivos, rebautizar las carpetas, en ciertos momentos. No sé porqué razón los últimos días he optado por esta imagen que véis. Fue mi cuarto de baño en una pensión de Veracruz. De momento me gusta mirarme en ella.
Lo que no sé es hasta cuándo.