lunes, junio 07, 2004

El dolor de muelas de Napoleón

A continuación, algunas analogías que intentan abocetar el desafío que constituye la narración histórica.

¿Con quién debe entrar en empatía el historiador? ¿Con los vencedores con los vencidos o debe moverse en un plano alternativo?

Quizás, una imagen que puede servir para plantear algunas de las dificultades de la descripción o relato histórico es el de la manifestación. Un gran número de individuos desplazándose colectivamente sin gobernar el movimiento general, aunque sí con un pequeño espacio de libertad. El emblema de la manifestación, acordado entre las diferentes entidades que la convocan tiene la inevitable (e inherente) simplificación de la metonimia: intentar encontrar unas palabras que desde su parcialidad describan la totalidad. Por ello, el lema acordado sólo complace a una parte de los manifestantes.
Además, la velocidad de la manifestación provoca que las reflexiones de los propios manifestantes sobre el tema por el que se manifiestan se de en una posición dinámica, que va cambiando, ya que se hallan dentro de un grupo mayor que los arrastra, el flujo de la historia, si tal metáfora hidráulica no oculta más de lo que muestra.

O en otros términos: ¿Cómo hacer una Física Estadística de la historia? Es decir, ¿Cómo partir de los microestados compatibles con el sistema (llámense individuos) para así dar un salto a la variable macroscópica de la termodinámica (Temperatura, Volumen, Entropía, etc...)que de una descripción del sistema global?

Ya Tolstoi, en Guerra y Paz, se pregunta cómo describir la campaña napoleónica de Napoleón, desde el discurso historico positivista (la historia como una línea continua y homogénea cuyos puntos idénticos se hallan relacionados por las leyes de una causalidad), cómo integrar el casi infinito número de causas, asociadas a cada una de las individualidades (soldados, por ejemplo) en el marco de un discurso histórico, general y colectivo que pretende presentar una serie de causas que expliquen un acontecimiento histórico.

Un dolor de muelas de Napoleón anularía la voluntad de escuadrones enteros.