A Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito.
Juan Fernández de Montoya,
afeminado torero,
elegancia de felino
reinventada gesto a gesto.
Suspendido en el aire,
se gusta durante años,
desafiando la gravedad,
esa creencia de payos.
Su homicidio de ayer
Repitió broncas y llantos,
voces de clavel y cuchillos
del Romancero gitano.